sábado, 9 de abril de 2011

Taxidermia

Te compro un pañuelo a rayas. Rojo y negro.
No lo usás. Lo devuelvo.
Dejé de peinarme hace un siglo
y escribí sobre la cerveza verde
del monte.
Estoy aprendiendo la métrica
de tus piernas
cuando caminás o bailás.
Estoy poniendo a hervir
la fruta madura, y colecciono
partes tuyas.
Pelo, uñas, baba.
Sangre, piel,
sudor y lágrimas.
Trabajo tus partes como un orfebre.

¡Que esta mañana se quiebren
todas las botellas
y que me ahoguen las ganas
de preservarte!



 Lisandro

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